La llave de la comunicación estratégica

Ahora bien, en este marco y siguiendo con nuestro contrapunto:
el contexto no es lo que nos rodea sino lo que nos hace. Las situaciones no son
un algo que está allí/afuera. Son nuestra particular manera de estar en el
mundo. Ineludi-blemente vinculados a él. A esta altura del contrapunto vemos
con facilidad que si queremos comunicar estratégicamente necesitamos dar un
salto: ya no nos sirven las descripciones de actores que se hacen típicamente
desde una pers-pectiva sociológica clásica. Tampoco concentrarnos únicamente en
los mensajes.
Pensar el lugar, la situación, desde lo fluido implica pensar
desde las inter-acciones, desde los acoplamientos dinámicos y evolutivos que
esa realidad genera con esos actores y viceversa. Por eso en el enfoque
estratégico que ofrecemos un aspecto central es el de la identificación de
actores relevantes para la resolución de la problemática que aborda la
estrategia.
Pero lejos de pensarse como una búsqueda que intenta descubrir
una red de interacciones de una vez y para siempre que aseguraría luego una
correcta distribución de los mensajes, este diagnóstico se hace buscando
reconocer las trayectorias y sus vínculos en tanto modalidades de relación con
la problemática. Si de lo que se trata es de comunicar, resulta imprescindible
movilizar procesos que incor-poren el conocimiento circulante a la producción
de nuevo conocimiento.
Las nuevas
metodologías de análisis comunicacional estratégico buscan otros horizontes.
Hay una modalidad del vínculo (en nuestras investigaciones hablamos del
diagnóstico y prescripción mediante marcas de racionalidad comunicacio-nal) a
la que hay que atender cuando hacemos análisis comunicacional desde la fluidez.
Desde esta perspectiva entendemos a la comunicación como mo-mento relacionante
de la dinámica social y, por lo tanto, como espacio estraté-gico para pensar
sus bloqueos y sus contradicciones. (Massoni, 2008)

Por esto es que
decimos que toda estrategia de comunicación debe centrarse en lo situacional.
Más diferencias con los planes estratégicos tradicionales, con
los planes de desarrollo local, con los planes de marketing. En ellos:
• Se define al problema como una solución en tanto no se
señala aquello que estaría obstaculizando la transformación. Se confunde el
problema con la solución y esa solución se ofrece como alternativa de
transformación otra, no propia. No de los actores, sino desde una posición
etnocéntrica desde quien planifica.
• Se afana en cambiar al otro. Cambiarlo en lugar de aceptarlo
como es, para trabajar juntos en una transformación apetecible para ambos.
• Concepto de participación: se concerta la representación del
problema. Por eso es que ya casi no sirven las encuestas: los entrevistados
generalmente saben el deber ser de las respuestas. Discursos sobre discursos
que quedan registrados en hermosos documentos...

• El concepto de lo estratégico: se trabaja como oportunidades
de un escenario cambiante pero de ideas en tanto trabaja con fortalezas y
debilida-des que son acuerdos sobre puntos de vista. Un qué escindido de la
situa-ción.
Modelo de desarrollo
Para mi la comunicación estratégica es un modelo de desarrollo
en tanto es una manera de ser y de transformar. Un programa de planificación y
gestión que aborda problemas reales y no solo debates reales. Un plan para la
acción que busca ir generando puntos de encuentro entre las alteridades
presentes en cada situación.
Dicen los autores de los nuevos paradigmas que para iniciar
este salto en el comunicar, para comunicar mejor, tenemos que dejar de pensar
en sustantivos y comenzar a pensar en verbos. (Najmanovich, 2005)
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